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LA
INCUBADORA

Flores para una madre ausente

Ficha Técnica

Directora: Ana Puentes Margarito
Productora: Adriana Vera Guerrero
Guionista: Ana Puentes Margarito
Género: Drama familiar
Producida por: Verbena Films
País: España

LabGuion 2021, Premio Abycine Lanza 2022, Ayuda a Guion Castilla-La Mancha, Ventana CineMad 2022, Next Gen Film Finlab 2022, Laboratorio Internacional de Guion ScriptNest 2023.

Ana Puentes

Ana Puentes funda Verbena Films con la intención de producir cine con fuerte sello autoral. Ha escrito, dirigido y coproducido el cortometraje ‘Mi vida al principio’, candidato a los Premios Goya 2024 y el cortometraje documental ‘Bienvenus’. Su serie ‘Tribu’ ha sido seleccionada en la residencia de creación Coofilm y su largometraje de ficción ‘Flores para una madre ausente’ ha obtenido el premio Abycine Lanza. Ana ha producido proyectos como el largometraje documental ‘Taranta’ dirigido por Samuel Nácar, en fase de financiación.  Ana, además, es script doctor y en la actualidad forma parte del equipo de desarrollo de Tandem Films (‘Cerrar los ojos’, Víctor Erice).

Adriana Vera Guerrero

Adriana Vera Guerrero es productora ejecutiva afincada en Madrid desde hace más de 15 años. Miembro de APPA (asociación de profesionales de la producción audiovisual de España) y alumni de la ECAM tras realizar el Máster de producción ejecutiva de Cine y TV. Ha producido ‘Mama’ (corto ganador del Goya 2022), ‘Mi vida al principio’ (ICAA, CAM), el largometraje ‘Del otro lado’ (Proimágenes Colombia, IDFA Bertha Found, Tribeca Film Institute, Biznaga de plata – premio del público 24 Festival de Málaga, etc.).

Está trabajando en varios largometrajes de ficción como ‘Singular’, dirigido por Alberto Gastesi (RTVE, EITB, ICAA, Gobierno Vasco, CAM); ‘Sam’, ópera prima de Albert Blanch (TV3, ICEC y distribución de Filmax) y ‘Flores para una madre ausente’.

Sinopsis

Roma es tatuadora. Su look pasa desapercibido en Madrid: pecho aplastado, tatuajes, cabeza rapada. Su madre, María, se presenta en la capital para pedirle que vuelva a Albacete: su padre, Rodolfo, está gravemente enfermo. Roma lleva ocho años sin querer saber nada de él, por lo que no la deja hablar. María no regresa a su casa, desaparece. Roma vuelve a su ciudad a buscarla, mientras aguanta la crudeza del reencuentro con su padre, Rodolfo.

Los cuidados y la necesidad de Rodolfo de apoyarse, literalmente, en el cuerpo que tanto rechaza les acerca de manera obligada. El contacto de sus pieles, traen a Roma una cascada de recuerdos de una infancia feliz. María regresa desequilibrando el nuevo extraño equilibrio creado entre los dos. Rodolfo está muy grave. Una mañana soleada les dice que no quiere volver a ver amanecer. Y Roma entiende: María desapareció para darles la oportunidad de despedirse.