LA
INCUBADORA

Sergi Pérez (Terrassa, 1976) es licenciado en Bellas Artes y graduado en la ESCAC. Se especializa en dirección con su proyecto final de carrera ‘Vestido nuevo’ con una premiada carrera en festivales como el de Málaga, Versión Española SGAE y una nominación a los Óscar en la categoría de Escuelas de Cine (lengua extranjera).

En el 2015, debutó como director con ‘El camino más largo para volver a casa’ con el premio Gaudí a la mejor película (más de cinco nominaciones, entre ellas a mejor director y guionista) y el premio Sant Jordi a la Mejor Ópera Prima, entre otros; estrenada en el Festival de Sevilla dentro de la sección oficial y seleccionada en festivales como San Sebastián (Made in Spain), Thessaloniki (selección oficial), Oldenburg, Croissing Europe, New York Independent y el Festival de Málaga.

Ha trabajado con directoras cómo Belén Funes, Isabel Coixet, Elena Trapé, Liliana Torres, Alba Cros, Neus Ballús o Carla Simón. Es Alumni de EAVE (Producer’s Workshop de 2018) y Berlinale Talents, y es parte de la junta directiva de Dones Visuals.

Entre los títulos que ha producido se encuentran ‘¿Qué hicimos mal?’ de Liliana Torres, ‘Correspondencias’ de Carla Simón y Dominga Sotomayor, ‘El techo amarilllo’ de Isabel Coixet o ‘La Inútil’ y ‘Sara a la Fuga’ de Belén Funes. Participó en la preproducción de ‘Alcarràs’ de Carla Simón.

En 2021 crea su propia productora, Edna Cinema, del que han salido proyectos como ‘Mamífera’ de Liliana Torres.

Manel tiene un alto cargo en el Museo del Prado, es el conservador de pintura flamenca. Su hija ha dejado su pareja y su hija de meses en Barcelona para acompañarlo en el luto de su marido, Juan, restaurador de Prado, muerto recientemente. Hace meses que Manel está de baja y vuelve al trabajo en que lo han citado para una reunión importante: El Museo ha decidido trasladar con urgencia en Bélgica uno preciado Rubens de su departamento y él está totalmente en contra. Se trata del retrato de Tomás Moro, de Rubens, una pieza de pequeñas dimensiones colgado en una sala llena otras obras maestras.

Cuando se da cuenta que el viaje es indiscutible, decide ser él mismo la persona del museo que acompañará la comitiva en el viaje por carretera. Es una decisión extraña que no sienta bien a los compañeros y que denota un aferramiento extremo de Manel por el cuadro, restaurado hace años por su marido. Mientras Manel y la comitiva atraviesan Francia, Laia se enfrenta a sus propios problemas familiares mientras descubre cada vez más extrañezas de su padre.

Cuando por fuerza mayor el cuadro tiene que ser separado de Manel, el dolor acumulado del hombre estalla en forma de irracionalidad y de violencia. A su vez, Laia descubre en Madrid un secreto desconcertante… Manel quizás no es la persona de orden, calmada y mesurada que aparenta.